De Mojigatos y otras especies.

Son de llamar la atención el contraste entre la capacidad de organización de la sociedad tapatía en contra de la propuesta del ejecutivo sobre el matrimonio gay , de como se llenan la boca pregonando su "preocupación por los niños (blancos y de clase media alta ) y el exceso de apatía a cerca de la cantidad de niños en sitiacion de calle o que están orillados a trabajar por su condición económica. ¿Porque lo digo ?

El grupo "Frente Unido por la Familia" convocó el próximo 10 de septiembre a salir a las calles a marchar en contra de la propuesta del Presidente de la República de legalizar en todo el país el matrimonio entre personas del mismo sexo por el temor de una imposición ideológica en la que la identidad sexual pase a ser de libre elección. Todo, claro, respaldado por el arzobispo de Guadalajara Francisco Robles Ortega.

El pretexto de esta ocasión son los niños y no es novedad, Guadalajara se caracteriza entre otras cosas por ser la capital de la congregación mojigata del país. La sociedad tapatía es especialista en hacer juicio moral sobre todo a aquello que no concuerda con su ideología religiosa-política y al mismo tiempo ser esa especial capital de la república donde puede encontrarse en bares, antros o lugares de ambiente gay precisamente al hombre con hijos, casado y de convicciones homofóbicas buscando algún muchacho para saciar sus instintos (coger pa´ los compas).

Si de verdad les mortificara la situación de los infantes sabrían que .... "En el presente año, se llevó a cabo la primera etapa de la actualización de diagnóstico sobre Trabajo Infantil, conforme a los datos preeliminares obtenidos en el conteo, se observaron 3,674 niñas, niños y adolescentes trabajando en espacios públicos abiertos y cerrados en seis municipios (Guadalajara, Tlaquepaque, Tlajomulco de Zúñiga, Tonalá, el Salto y Zapopan), de los cuáles el 6 5% son niños, el 35% restante son niñas. Se observó que la gran mayoría de los niños que trabaja son menores de 14 años (54.72%) el 27% el resto se encuentra entre los 14 y 17 años. En este sentido en tanto que son datos preeliminares y no definitivos, es posible que los datos presenten ligeras variaciones, pero la constante se mantiene". A Guadalajara no le importan sus niños ni como se ganen la vida, mucho menos si la pierden por inanición. Los abusos de menores por parte de Clérigos son temas intocables, el abuso a los derechos de los niños es invisible y la violencia domestica es casi generalizada.

Así es en esta bella cuidad, donde cada uno es un juez implacable en asuntos que competen directamente a su fé. Aquí a nadie le importa un salario justo , la seguridad y el ordenamiento de la ciudad. Los actos de corrupción son permisibles así que mejor ni hablar de la exigencia de la ciudadanía por un juicio político. Aquí en Guadalajara es tan importante abrirse las puertas del cielo que se olvidan de que esta cuidad está a un paso de convertirse en el mismo infierno.

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